-¡Ah!, pues a mi no me pican nunca.
Cuántas veces lo has oído en tu vida, si eres de los que sufren el ataque de los bichos en los días de calor que sepas que formamos parte del mismo club.
No esperes un artículo desde un punto de vista científico ni médico, y para nada será riguroso. Esto nace del odio, la incomprensión, el picor y la necesidad de arrancarse las postillas. Si sufres porque eres el blanco de los ataques de los insectos habrás escuchado frases como la que abre este comentario y otras muchas como:
-Es que tienes una sangre muy dulce.
-Es que tu sangre debe ser de muy buena calidad (contestación mental: ¿y la tuya?)
-Con tantas picaduras pegadas tuvo que ser una araña que se te metió en cama.
-No te rasques que te queda marca.
-No me mires que das asco (ésta, es cuando eres un caso muy extremo).
-No son moscas, son mosquitos, las moscas no pican.
Pero lo que realmente es importante es la selección de los mejores localizaciones de las agresiones (obviaremos partes de difícil acceso que aunque parezcan intocables podrían estar en esta lista (si, me refiero a ese sitio que está usted pensando)):
-Las orejas, si son grandes mejor, así quedarán más deformadas, mención de honor especial para los lóbulos.
-En la espalda, en zonas donde hay que hacer contorsionismo para luchar contra el prurito.
-Los nudillos, muy molesto, ventaja: fácil de rascar contra cualquier material rugoso.
-Partes interiores y/o blandas de codos, rodillas y muñecas, de las variedades más molestas, esa zona blanda y con las venas a flor de piel, AAAArrrrrrrrrggggggg
-Empeines, inevitable rascar hasta sangrar, llegar a despertarse del picor es posible.
-Espacios entre los dedos, en las manos mal pero en los pies.....
-Seguro que hay opiniones para todos los gustos, pero mi premio va para el tendón de aquiles (o tendones), casi imposible de rascar por lo duro que es, aquí te haces herida si o si.
Saludos y a rañarlas (las picaduras)
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