Solo lleva 5 partidos en la NBA pero ya es el centro de todas las miradas, y es que el baloncesto NBA le va como anillo al dedo al genio de El Masnou. Llevaban tiempo esperando su llegada, pero parece que la espera ha merecido la pena y es que en tan poco tiempo ya es uno de los grandes protagonistas de lo que va de liga, sus jugadas colman los top 10 y aparece en la portada de la web día si, día también, gracias a su impacto en el juego de una franquicia necesitada de un héroe, como son los Minnesota Timberwolves.
Todo este revuelo no debería extrañar a nadie, y es que Ricky es un rookie atípico, llega a la NBA después de ganarlo todo en Europa y con la selección, pero aún no tiene la edad para presentarse al draft en su año correspondiente. A su edad la mayoría de los jugadores europeos aún no tuvieron la oportunidad de demostrar su valía en las principales ligas y él ya lleva unos años en la élite. Mucha gente se quedará con su flojo último año en el Barça, pero estar en un equipo con tantas aspiraciones acabó con su progresión, porque con tanta responsabilidad no hay lugar a la fantasía y a las pruebas y eso es lo que necesitaba Ricky para seguir disfrutando del baloncesto y mejorar. Para explicarnos lo que está haciendo ahora deberíamos ir más atrás, a su época de la Penya.
El Ricky del Joventut era totalmente libre en la cancha, el juego alegre que imponía Aíto le venía que ni pintado. Su filosofía de juego era la defensa y el contraataque y con Ricky, Rudy y Barton en los primeros puestos de robos y jugando con interiores móviles y saltarines como Gaines y Moiso el espectáculo estaba garantizado. Ricky era feliz y hacía felices a sus compañeros, a su lado todos eran mejores y siendo aún muy joven ya era el mejor base de su equipo por delante de un veteranísimo Elmer Bennett y un joven y alocado Marcelinho Huertas. En Badalona no tenían una gran plantilla pero el hecho de tener a Ricky y Rudy le daba un plus de intensidad y rendimiento a sus compañeros que los hacía un equipo a tener en cuenta en Europa. La cruz de la moneda es que el día que salía todo mal era un desastre y es que, por poner un ejemplo, en menos de un mes el Joventut fue capaz de ganar de 40 al Unicaja en Euroliga y perder por un tanteo similar en ACB. Después de maravillar a Europa y al mundo Rubio fue elegido en el draft y traspasado al Barça, donde pudo engrosar su palmarés pero aún así le faltaba algo, esa chispa que tenía en Badalona y que es la que convierte a un buen jugador en uno genial.

Ahora a esperar que Ricky pueda seguir haciendo historia en la NBA y que nos haga disfrutar durante muchos años más
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